Dada la evolución del ser humano ( códigos de comunicación, costumbres, etc.), los mecanismos de supervivencia no se limitan ya ha aspectos que se puedan transmitir por medios genéticos, haciendo necesario la utilización de un proceso de socialización, el cual conocemos como educación.
La educación en primera instancia esta a cargo del núcleo familiar, y de hecho en las sociedades primitivas se daba mediante la convivencia diaria de las generaciones adultas con las mas jóvenes, pero dado el desarrollo de las comunidades y la diversidad de trabajos se hizo necesario la utilización de nuevas formas para llevar a cobo este proceso. Es así como surge la escuela, a la cual se le encarga la función de garantizar la reproducción social y cultural (proceso de socialización). En la sociedades contemporáneas, la función de la escuela resulta ser compleja , ya que se le encarga el cumplimiento de dos grandes objetivos que entre si son contradictorios y confusos. El primero de ellos es la preparación de los alumnos/as para su incorporación en el mundo del trabajo: en este aspecto, la escuela debe enfrentarse a distintas demandas en lo que al quehacer económico se refiere, ya que debe desarrollar “ideas, actitudes y pautas” que satisfagan las exigencias del trabajo asalariado como es la sumisión, la disciplina y a la vez los necesarios para desempeñarse en el trabajo autónomo: el riesgo y la iniciativa (entre otros). El segundo es la formación del ciudadano/a para su intervención en la vida pública y en este aspecto, se asume los principios de la esfera política, la cual demanda una democracia en donde todas las personas son iguales y tienen los mismos derechos, sin embargo, en lo que refiere a lo económico no priman los derechos de las personas si no las de la propiedad, siendo esta una de las contracciones a la que se tiene que enfrentar la escuela, además de la ya mencionada en lo que refiere a las distintas demandas en el mundo del trabajo. Buscando el cumplimiento de estos objetivos, la escuela consolida una ideología en la que el valor primordial es la individualidad. Esta ideología se basa en dar a los alumnos/as igual forma de oportunidades, y que la desigualdad entre ellos resulte a partir de sus propias capacidades: “se asume la idea de que la escuela es igual para todos, y de que por tanto uno llega a donde le permiten sus capacidades y su trabajo personal”
La escuela no se puede limitar a los conocimientos e ideas que se trasmiten, es decir, los contenidos explícitos en el curriculum oficial, ya que en ella, los alumnos no solo aprenden de esto, si no también de la interacción social que se da, por lo tanto el proceso de socialización y los mecanismos que se usen en el mismo, deben abarcarse factores que determine el grado de participación de los alumnos/as con el fin de comprender el grado de autonomía de los mismos en relación con sus propios procesos de producción. Debe también, analizar la complejidad particular que la socialización adquiere en cada época. En opinión del auto, la función educativa de la escuela postindustrial contemporánea puede basarse en dos ejes complementarios: el primero, referente a la organización del desarrollo radical de la función compensatoria, basándose en el respeto a la diversidad y con la que plantea un nuevo reto educativo: “ la igualdad de oportunidades no es un objetivo al alcance de la escuela, pero paliar en parte los efectos de la desigualdad y preparar a cada individuo para luchar y defenderse en las mejores condiciones posibles en el escenario social”, el segunda se enfoca en la reorganización de los conocimientos, buscando una acción reflexiva por parte de los alumnos.
BIBLIOGRAFIA
SACRISTAN Y GOMEZ. “Comprender y transformar la enseñanza”. Las funciones sociales de la escuela: de la reproducción a la reconstrucción crítica del conocimiento y la experiencia. Capitulo primero. 1999
La educación en primera instancia esta a cargo del núcleo familiar, y de hecho en las sociedades primitivas se daba mediante la convivencia diaria de las generaciones adultas con las mas jóvenes, pero dado el desarrollo de las comunidades y la diversidad de trabajos se hizo necesario la utilización de nuevas formas para llevar a cobo este proceso. Es así como surge la escuela, a la cual se le encarga la función de garantizar la reproducción social y cultural (proceso de socialización). En la sociedades contemporáneas, la función de la escuela resulta ser compleja , ya que se le encarga el cumplimiento de dos grandes objetivos que entre si son contradictorios y confusos. El primero de ellos es la preparación de los alumnos/as para su incorporación en el mundo del trabajo: en este aspecto, la escuela debe enfrentarse a distintas demandas en lo que al quehacer económico se refiere, ya que debe desarrollar “ideas, actitudes y pautas” que satisfagan las exigencias del trabajo asalariado como es la sumisión, la disciplina y a la vez los necesarios para desempeñarse en el trabajo autónomo: el riesgo y la iniciativa (entre otros). El segundo es la formación del ciudadano/a para su intervención en la vida pública y en este aspecto, se asume los principios de la esfera política, la cual demanda una democracia en donde todas las personas son iguales y tienen los mismos derechos, sin embargo, en lo que refiere a lo económico no priman los derechos de las personas si no las de la propiedad, siendo esta una de las contracciones a la que se tiene que enfrentar la escuela, además de la ya mencionada en lo que refiere a las distintas demandas en el mundo del trabajo. Buscando el cumplimiento de estos objetivos, la escuela consolida una ideología en la que el valor primordial es la individualidad. Esta ideología se basa en dar a los alumnos/as igual forma de oportunidades, y que la desigualdad entre ellos resulte a partir de sus propias capacidades: “se asume la idea de que la escuela es igual para todos, y de que por tanto uno llega a donde le permiten sus capacidades y su trabajo personal”
La escuela no se puede limitar a los conocimientos e ideas que se trasmiten, es decir, los contenidos explícitos en el curriculum oficial, ya que en ella, los alumnos no solo aprenden de esto, si no también de la interacción social que se da, por lo tanto el proceso de socialización y los mecanismos que se usen en el mismo, deben abarcarse factores que determine el grado de participación de los alumnos/as con el fin de comprender el grado de autonomía de los mismos en relación con sus propios procesos de producción. Debe también, analizar la complejidad particular que la socialización adquiere en cada época. En opinión del auto, la función educativa de la escuela postindustrial contemporánea puede basarse en dos ejes complementarios: el primero, referente a la organización del desarrollo radical de la función compensatoria, basándose en el respeto a la diversidad y con la que plantea un nuevo reto educativo: “ la igualdad de oportunidades no es un objetivo al alcance de la escuela, pero paliar en parte los efectos de la desigualdad y preparar a cada individuo para luchar y defenderse en las mejores condiciones posibles en el escenario social”, el segunda se enfoca en la reorganización de los conocimientos, buscando una acción reflexiva por parte de los alumnos.
BIBLIOGRAFIA
SACRISTAN Y GOMEZ. “Comprender y transformar la enseñanza”. Las funciones sociales de la escuela: de la reproducción a la reconstrucción crítica del conocimiento y la experiencia. Capitulo primero. 1999
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